jueves, 9 de mayo de 2013

OPORTO

La primera vez que entramos en el país con el que compartimos península fue para visitar Oporto. Pese a la baratura de billetes que tiene Ryanair, nosotros aprovechamos nuestras ya conocidas vacaciones en Galicia para ir hasta allí. 

Nos costo un poco decidir que entrada coger para llegar a la ciudad, y dimos con la ¿idónea? jajaja Muy lejos del hotel pero muy cerca del campo de fútbol del Oporto, el Estadio do Dragao. Hay veces que creo en las casualidades y otras no tanto. Esta dudo que lo fuese jejeje Es broma!! 
Nuestra primera parada en la ciudad fue aquí. Dimos una vuelta por los alrededores del estadio y entramos a cotillear la tienda. Disfruta más que un niño con zapatos nuevos!!
Aprovechamos que esta junto a un centro comercial (que es desde donde esta hecha la foto) y que era la hora de comer para hacernos con una hamburguesa del Mc y rematar con un café. Como se dice, matamos dos pájaros de un tiro.


Si nos perdimos a la primera, la segunda no se quedó corta. Dimos unas cuantas vueltas con mi enfado correspondiente, hasta que por fin llegamos a la puerta del parking del hotel. Biennnn!!!
Entré y como pude o supe le explique a la tía que nos abriese la puerta del Parking. Bien es cierto que en Portugal se esfuerzan por entender a los españoles en cualquier sitio que vayas.
El hotel elegido (y al cuál mandamos a mis papis como regalo de navidad, de lo que nos había gustado) fue el HF Ipanema Porto (4*) situado en Rua Do Campo AlegreNos gustó entre otras cosas porque rondaba los 50€ (54€ para ser exactos), era de los que yo llamo limpios (predomina el blanco y no tienen mucho mueble), y sobre todo por su situación próxima al centro. 
Después del check-in, típica ducha (es que ahora que llevo unos cuantos viajes escritos, me doy cuenta que es rutina, no se si a los demás os pasará cuando vais de viaje) y a recorrer la ciudad.



Lo más cerquita del hotel eran los Jardins do palacio de cristal (fotos de arriba) con toda su vegetación, fuentes y sus pavos reales. Empezamos por aquí.
Pese a ser mitad de agosto, yo salí con chaqueta. Hace una temperatura muy parecida a la gallega, calor de día pero refresca a la noche, y más vale prevenir que curar

Después recorrimos el centro viendo la torre de los Clérigos, la conocida librería Lello e Irmao que es donde se grabó una escena de Harry Potter, no dejan hacer fotos dentro ya que tiene más turistas que gente comprando libros, sus calles llenas de pastelerías, su tranvía antiguo,... hasta llegar a orillas del Douro. Ahí ya te cambia un poquito la imagen de la ciudad, para bien.
Porque aunque el adjetivo que más uso describiendo lugares es bonito, esta ciudad la describiré como distinta, peculiar y sucia en muchos casos. Tiene lugares agradables de visitar, pero tiene otras calles en las que quieres irte corriendo. Tiene bragas colgando en sus balcones que puedes robar a un salto, incluso enfrente de la Catedral, tiene calles estrechas y mil escalones, tiene rincones raros (por decir algo),... todo ello la hace distinta, hace que la recuerdes y que le dediques una entrada en tu blog. No?

Para mi las orillas del Duero son la parte 'bonita' de Oporto, puedes pasear aunque hay bastante gente, tiene tiendecitas llenas de manteles, paños,... bordados con el gallo, tiene sitios perfectos para cenar (Ojo!! Muchos tiene típica carta guiri de platos combinados), sus ravelos(barcos) adornados atracados en cada una de las partes del río,...Bonita.

La cena la teníamos 'programada', ya que otros consejos internautas en los que confío, a parte de foursquare y booking, es en el blog de losviajeros.com ya que gracias a él 'salvé' a mis padres su estancia en Rusia contratandoles las excursiones con una guía recomendada en apenas 24 horas. 
A lo que vamos, en los viajeros recomendaban cenar en Chez Lapin y así lo hicimos. En la terraza, viendo el río, cenamos un bacalaó al bras (al horno con pan rallado y patatas) regadito con unas copas de vino blanco. Él, que es poco de pescaó quedó encantado con la cena, su primera experiencia con el bacalaó fue positiva.
Si alguien va, que no se pierda la decoración del lugar. Un caos muy portugues.


Tras la cena, encontramos en la plaza un lugar para tomar una copa (no he conseguido saber como se llama) y para ver el fútbol (yo no me lo sabía, pero me ha chivado que fue final de la Supercopa de España, Barça-Real Madrid. Me ha dicho hasta los goles!! Pero paso) . Todo decorado en madera, y con un libro de autógrafos para los visitantes en el cual deje mi firma (lo digo por si alguien va y encuentra el sitio, que me busque ;) )


Ya se iba haciendo hora de volver, recorriendo esas calles que ni las del cabañal en horas intempestivas de tráfico de estupefacientes. jajaja No, no es para tanto, creo que he exagerado un poco, ya que llegamos a la parte céntrica donde la gente estaba de marcha, vimos la estación de San Bento, y pillamos taxi. Llegamos al hotel y por primera y última vez hasta ahora, nos tomamos un cubatilla en el bar del hotel sentados tranquilamente en los sofás. Hay que decir que no lo hacemos frecuentemente porque en los hoteles te suelen 'clavar' por ello, pero aquí tan solo pagamos 4€ por cada uno.

Hora de dormir!!! .... Hora de despertar!!! (voz de madre a pleno pulmón)

Al día siguiente, tocaba explayarse al máximo y ver todo lo que nos faltaba.
Desayunamos en una cafetería cercana al hotel, en la cual nos rodeaba gente en traje que se supone que irían a trabajar ya que por allí había mucha oficina. Hacía un día soleado de agosto, los pajaritos cantaban,...jajajaj Tal como me sale, escribo, estoy muy mal!!

Continuamos andando y descubriendo la ciudad, además de ver de nuevo lo del día anterior, descubrimos la Catedral de la Sé de Oporto, el Mercado do Bolhao, las calles y sus escaleras interminables,...
A la conocida cafetería Majestic no entramos, pero los papis que si le hicieron una visita corroboran que no merece la pena pagar 3€ de un café, cuando en cualquier pastelería te lo dan mucho más bueno por tan solo 0,60€. 


Ya llegando al mediodía, llegamos de nuevo a orillas del Duero y cruzamos por el puente Dom Luis I a Vilanova de Gaia donde hicimos el recorrido y degustación en la bodega Calem, que digo yo ¿como puede subir tanto el vino de Oporto? Pero muy bueno, aunque donde este la misteleta...


Comimos en la otra orilla del río, frente a donde cenamos la noche anterior, en Vilanova. Elegimos el primer lugar que nos pareció, el Bar Soares en la Avenida Ramos Pinto.
Él quiso probar la Francesinha, una sandwich de carne en salsa, no se, a mi me pareció un poco guarrada y aunque lo probé solo recuerdo que estaba bastante salado. Pero hay que probar cosas típicas de cada lugar y esta junto al bacalaó lo es. 
Lo que son dulces no comimos más que un pastel creo recordar que compramos muy cerca de aquí (de la foto) la primera tarde...

Al acabar cruzamos de nuevo a la otra parte, y estuvimos durante un rato sentados en la orilla disfrutando del sol. Dábamos con ello por finalizado el viaje a esta ciudad, y vuelta al hogar de vacaciones.

Creo que me ha quedado bastante largo, pero ahora ya esta hecho.

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